Luego de más de 170 años de hegemonía conservadora, de dictadura y desaparecidos, Uruguay inicio hoy una nueva etapa de su historia con la toma de posesión de Tabaré Vázquez, el primer mandatario socialista.Juro trabajar incansablemente por la felicidad del pueblo uruguayo, expresó el mandatario ante la asamblea general en su primer discurso público durante la ceremonia de traspaso de mando en el salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo.
La declaración de fidelidad constitucional implica el mayor compromiso de aquel a quien la ciudadanía le ha confiado responsabilidades de gobierno, manifestó Vázquez al dirigirse a los congresistas, a la población y a todos los dignatarios invitados.
Seré vertical e integralmente consecuente con dicha declaración, es la primera vez que hablo en este recinto, permítanme compartir algunas ideas que pueden adquirir especial significación.
No he venido solo, llego a la presidencia junto a cientos de miles de compatriotas, que se expresaron en octubre pasado a favor de un proyecto de país mejor para todas las uruguayas y todos los uruguayos, añadió el estadista.
Venimos de lejos, dijo, nos inspiran los principios de libertad, solidaridad e igualdad para todos tan presentes en el ideario de nuestro padre (José) Artigas, cuyo nombre suena todavía, y nos convoca.
Este gobierno será el de todos, por encima de la raza, edad, lugar de residencia, condición social, política, reiterando la trascendencia de los acuerdos del nuevo ejecutivo con los partidos oficializados suscritos en este edificio el 16 de febrero pasado.
No ignoro el contexto mundial, regional y nacional en que asumo la responsabilidad, soy consciente tanto de las dificultades como los desafíos y expectativas. Considero necesario reiterar mi compromiso de trabajo en la construcción de un proyecto nacional de desarrollo constructivo y sustentable, aseguró.
El progreso social, políticas educativas, oportunidades para todos, activo en materia de derechos humanos, derechos del niño a la cultura, al medio ambiente seguro, estarán en las prioridades del ejecutivo, expresó.
Prometimos cambios y los haremos, empezando por el gobierno en su actitud y acciones, en la austeridad y el trabajo cotidiano, cambios responsables y progresivos entre todos y para todos y en beneficio de quienes mas los necesitan.
Nuestros principios -aclaró- serán una política exterior independiente, adhesión al derecho internacional, al respeto a la soberanía de los estados, a la solución pacífica de las controversias, la no intervención, la autodeterminación y la defensa de la democracia.
Queremos dejar bien claro que no toleraremos injerencias externas en nuestros asuntos internos, los problemas nuestros los resolvemos entre los uruguayos, precisó.
Rechazamos todo tipo de terrorismo y reiteramos el compromiso con el MERCOSUR, como proceso de integración de un proyecto político estratégico de Uruguay, ampliado y fortalecido, enfatizó.
Además se comprometió a construir el futuro junto a los jóvenes, las mujeres y los compatriotas en el exterior.
Con posterioridad, Vázquez saludó a los mandatarios Néstor Kirchner (Argentina), Hugo Chávez (Venezuela) y Luis Inacio Lula da Silva (Brasil), entre otros dignatarios antes de trasladarse a recibir la banda presidencial en la Casa de Gobierno.
Hasta el tiempo resultó benévolo en esta jornada histórica, sin lluvia ni frío, con nubes para evitar el calor, en la que miles de uruguayos se congregaron en la plaza frente al Palacio Legislativo y ante la Casa de gobierno para reiterar su apoyo a Vázquez, ya en su condición de presidente constitucional.
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