Después de experimentada con éxito en ratones, científicos de nuestro país empezaron los ensayos clínicos sobre pacientes de una vacuna contra el melanoma, el cáncer de la piel más agresivo.
Calificada de original e inédita, esta vacuna terapéutica está siendo desarrollada por expertos del Concejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Fundación Sales.
El director ejecutivo de la Fundación, Arturo Prins, relató que en el 80 por ciento de los ratones sometidos a las pruebas el tumor del melanoma no prendió.
Un comunicado de CONICET relata que la vacuna utiliza células dendríticas, cuya característica consiste en fagocitar las células de melanoma, descubiertas por Ralph Steinman, un científico estadounidense que desde hace varios años colabora con sus colegas argentinos.
El documento añade que las investigaciones realizadas aquí llevan un rumbo distinto al seguido en otros tres países donde se trabaja sobre este tipo de vacuna, pero no reveló detalles.
Prins confirmó que desde septiembre recibieron la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para iniciar una primera fase de experimentos en seres humanos.
Si los resultados son buenos habrá una fase II para ampliar el número de pacientes, acotó el científico, quien confirmó que se iniciaron los trámites para registrar la propiedad intelectual de este proyecto.
El hombre clave en todo el proceso es el doctor José Mordoh, investigador del CONICET y discípulo del médico y bioquímico argentino Luis Federico Leloir (1906-1987), Premio Nobel de Química en 1970.
Mordoh, muestra un amplio expediente de investigación en vacunas antitumorales contra el melanoma para que el paciente desarrolle sus propias defensas.
Al respecto Prins declaró que hasta el momento se invirtieron dos millones de dólares en el programa, gracias a los pequeños aportes mensuales de 42 mil personas.
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