¿Quiénes están detrás de Susana Giménez?

(Gentileza de Orlando Baratta o_baratta@hotmail.com - enviado por el profesor Hyde)

NO TARDO MUCHO EN APARECER LA DIVA

Por Orlando Baratta*

Muchos esperábamos su aparición. Quizás fue muy pronto, pero como se dice en la jerga televisiva, el tiempo es tirano. Pero la oportunidad, casi siempre, la establecen los hechos y que mejor hacerlo ahora que en la costa altántica los turistas son flagelados por la ola de robos e inseguridad. Se trata de Susana Giménez, de quien mas. La ex vedette, actriz, conductora y ahora analista de la realidad nacional –un atributo desconocido de la Diva- envió una carta desde las plácidas playas de Miami reclamando al gobierno nacional por la pronta solución del secuestro del padre de su novio, el empresario Ernesto Rodriguez.

Por cierto, el reclamo al gobierno nacional es justo y hasta desesperante. Si en algo falla el gobierno K es en tomar al toro por las astas en su agenda sobre inseguridad. Claro, no siempre son efectivas las medidas que puedan tomarse y aplicarse cuando en las calles hay mar de fondo entre delincuentes –no tan comunes- y policías que deben defender al ciudadano honesto. Hasta aquí la intervención de la blonda conductora parece razonable. Sin embargo, la carta contiene además connotaciones políticas, imputaciones y hasta advertencias políticas al gobierno nacional sobre su futuro político que hasta al mas distraído de los argentinos –digamos la popular Doña Rosa- duda que ella sea la autora y mentora de esa carta. ¿Quién o quiénes están detrás de la Susy? se preguntarán.

El secuestro del padre del Corcho Rodriguez no se emparenta con otros que han sucedido y que aún suceden. Tiene importancia por el protagonista, nada menos. Y también por las repercusiones que iba a tomar el caso, tarea se encarga de hacer ahora la Giménez con su carta desde Miami.

En el mundillo de la política, la farándula y el empresario todos saben quién es el Corcho Rodriguez y su padre. Don Ernesto es propietario de la agencia de seguridad privada Universal Control y de su hijo se asegura que tiene fluídos contactos con la CIA a través de una sociedad que tenía con el ex montonero –pero considerado de los buenos por la derecha reaccionaria- Rodolfo Galimberti.

No es casualidad que la visita por estas playas de Oliver North, agente de la CIA e implicado en el affaire Irán-Contras, lo hayan vinculado al caso Rodriguez, como interesado en ayudar a la familia. Y todo, enmarcado bajo la connotación política de que se vive una gran inseguridad, que el gobierno nacional tiene que reaccionar y que la inseguridad espanta a los inversores.

Ese mensaje tiene remitente identificado, desde que Eduardo Escassany, entonces al frente de ABA, pedía limpiar las calles de piqueteros. No es necesario seguir con la lista de nombres que siguieron con ese mismo discurso que termina ayer –jueves 15 de enero- con la carta de Susana Giménez.

Hay un mismo hilo conductor y que, leído entrelíneas, el destinatario no es otro que Néstor Kirchner. Al gobierno K se le adjudicaron ser de izquierda, marxista, de defender mas a los delincuentes que a los policías, de proteger a los piqueteros, de no dialogar con los empresarios a los que les interesa este país, que optó por Cuba y Hugo Chávez en lugar de Washington aunque la realidad demuestre lo contrario, que no es capitalista al negarse a aceptar la economía de mercado, que no quiere acordar con el FMI y no satisface a los Fondos Buítres que los tenemos en el país y haciendo declaraciones por cuanta radio y TV puedan rechazando quitas a los bonos y pronosticando el caos.

En ese marco, se agrega ahora la intervención de Susy.

Ella también dice -¿será ella?- que hay una política oficial de derechos humanos sólo para los delincuentes, que los policías trabajan por magros sueldos y mala prensa, que no se cambian las leyes como si las que están vigentes no fueran suficientes cuando en realidad hay que exigirles a los jueces que las cumplan. Y llega la advertencia de la Diva -¿será ella?- Estamos hartos de las malas administraciones que se prolongan por décadas. Es tiempo de reacciones por el bien de los gobernantes y gobernados, dice.

Las malas administraciones del pasado quedaron atrás.

A quien se le puede ocurrir juzgar la inseguridad del pasado cuando era un càncer que sufría la clase media de los barrios alejados del norte y de los country. La inseguridad hace mucho que está en las calles argentinas, la diferencia es que ahora les tocó a los ricos. La otra diferencia es que antes gobernaba el menemismo, los amigos del Corcho y la Diva. La conductora fue en esa época una incondicional a Carlos Menem y un sostén mediático de toda su política, cargándose a cuestas al CEMA, FIEL, a la Fundación Mediterránea y demás sicarios. No fue méritos de la animadora-conductora. Dime con quien andas y te diré quien eres.

Ahora, la mala administración que importa es la presente. Porque Néstor Kirchner es a quien hoy le toca administrar. Porque sabemos que a un sector de la sociedad –la acostumbrada a gobernar, a dominar y que el Estado les facilite los negocios- no acepta a Néstor Kirchner como presidente de todos los argentinos.

No seamos ingenuos: ¿acaso a Kirchner no lo emplazaron primero hasta diciembre de 2003 y ahora hasta junio –fecha de acuerdo con los acreedores bonistas- si en contrario no cambia su política? ¿Qué política tiene que cambiar? La economía de mercado sigue vigente, las privatizaciones también, el FMI cobra, los buitres van a cobrar pero quieren ganar 100, los bancos sacaron los dólares del país a un peso reciben las compensaciones del Tesoro con BODEN 2012/13. Claro, faltan los negocios y ser dueños del Estado. Porque los que se creen dueños del país no pueden entender que otros admistren la cosa pública.

La aparición de la Diva no es casual. Como tampoco es casual el secuestro del padre del Corcho Rodriguez. El sentido común indica que los secuestradores lo único que quieren es cobrar el rescate. Entonces, para qué elegir a alguien tan notorio, con vinculaciones con la CIA. ¿No les interesa cobrar el rescate?

* Orlando Baratta es Periodista, se desempeñó en Ambito Financiero y el Diario Perfil