(Por Eduardo Fachal)
Versión completa editada de las palabras pronunciadas el 6 de abril último por Eduardo Fachal, ex delegado de Mercedes Benz Argentina ante los accionistas críticos de la casa central alemana, como parte de la campaña por el esclarecimiento de la desaparición forzada de decenas de obreros y empleados de esa planta automotriz durante la última dictadura militar
"Yo fui miembro de la comisión Interna de Mercedes-Benz Argentina durante la peor dictadura militar que sufrimos en nuestro país.
Estuve allí pocos meses, porque mis compañeros, entre ellos Esteban Reimer, fueron asesinados por su actividad sindical. El resto de los integrantes del cuerpo renunció para salvar sus vidas.
Después de nuestra renuncia llegó otra comisión interna que no defendió de igual forma los derechos de los trabajadores y fue cooptada por el corrupto Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), dirigido por José Rodríguez.
De la misma manera que cerraron mi boca en aquella época, hoy pretende hacerlo el informe Tomuschat, porque jamás se me entrevistó, y sin embargo mi nombre figura en ese informe, como miembro de la comisión interna, debajo de los de Reimer y Ventura. Por eso estoy acá, para que ustedes escuchen la verdad.
Durante la dictadura, los militares mataban a los opositores, pero también hubo civiles y algunos de ellos directivos de Mercedes Benz Argentina que les pasaban a los militares nuestros nombres y direcciones. Tomuschat reconoce que les dijeron que Esteban Reimer era un agitador, lo que era como decir en Berlín, en la época de Hitler, que alguien era judío.
El 4 de Enero de 1977 Reimer, Ventura y otros 7 compañeros junto con quien les habla, salimos de una reunión donde se negoció un aumento salarial a cambio de mayor productividad. Por eso, para que no molestáramos más desaparecieron Reimer y Ventura y a otros los fueron a buscar a sus casas.
Yo mismo, dormía fuera de mi casa, en la de familiares y amigos. Salvé mi vida callándome.
Los 15 desaparecidos eran como yo, delegados o activistas, casi todos habían sido despedidos por la empresa en 1975 por negarse a que la comisión interna fuera intervenida por el sindicato corrupto.
Tomuschat niega ésto y dice que la empresa no es responsable. ¿Cómo quien denunció como agitador a un empleado suyo que hoy está muerto, puede alegar inocencia?. Tomuschat, dice Mercedes-Benz Argentina, colaboró con los
militares, pero no es responsable, pero lo que quiere ocultar es la verdad. Por eso la sociedad argentina rechaza su informe.
Tomuschat, pone en duda los dichos de mi compañero Héctor Ratto, que siempre declaró lo mismo en el Juicio a las Juntas Militares, en el llevado adelante por los Fiscales de Nuremberg y en el Juicio por la Verdad de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de La Plata. Tasselkraut, gerente de producción de la planta argentina entregó a Ratto a la "patota" militar que lo vino a buscar, Tasselkraut le dio a los "grupos de tareas" la dirección de Diego Núñez, que hoy permanece desaparecido.
¿Qué hay que hacer para que salga a la luz la verdad y no se repitan las mismas mentiras de la época de la dictadura?. Los militares decían: "algo habrán hecho", por eso son desaparecidos, ni muertos ni vivos, simplemente no están. Tomuschat, dice que la empresa calificaba a los desaparecidos como agitadores. Todos éramos agitadores y por eso fuimos perseguidos en algunos casos y silenciados en otros. No puedo callar nuevamente.Vengo a rechazar el informe Tomuschat. Vengo a reclamar en la asamblea de accionistas que se realizará mañana, que abran todos los archivos y que
nos dejen elaborar un informe propio.
Le preguntaré mañana al directorio de Daimler Chrysler, si está dispuesto a otorgarle una reparación a los familiares de los desaparecidos y a los torturados sobrevivientes, y le preguntaré cuál es su posición frente a la demanda por reparaciones interpuesta en los Estados Unidos el pasado 14 de enero en contra de Daimler Chrysler por los familiares y las victimas de la represión, a la cual expreso mi apoyo en este lugar.
Le preguntaré al Sr. Schrempp, por qué no se nos permite a los ex-empleados entrar a la planta de González Catán, y si el estaría dispuesto a permitirnos el ingreso, para que podamos conversar con la comisión interna actual sobre nuestras terribles experiencias y colocar una placa recordatoria con los nombres de los compañeros desaparecidos.
Sólo llegar a la verdad nos permitirá que no se repitan en la historia de la humanidad hechos atroces como los que describí. Sólo la verdad nos liberará de que ocurran nuevamente".
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