La NSA desanconsejó a la Administración Bush poner en marcha las “leyes de avisos” para combatir la piratería al temer que esto alentaría a los usuarios a utilizar herramientas de cifrado en sus comunicaciones y el propio desarrollo de estas aplicaciones.
En Europa la NSA encontró un aliado intelectual de esta tesis en mayo de 2009. Era un ingeniero de Orange el que avisaba sobre los peligros de la ley de tres avisos.
Un trazo grueso que perfilaba un horizonte no deseado para los gobiernos y que no estaba inspirado en la defensa de las libertades, precisamente. Pero que convierte a los servicios secretos en inverosimil aliado de los que combaten leyes como Hadopi. Éxito legislativo en Europa.
También el periodista de Le Monde y bloguero especializado en ciberseguridad, Jean-Marc Mañach ha vuelto sobre el asunto para reiterar la tesis de los servicios secretos y algunos profesionales:
Se cifrarán las comunicaciones y se desarrollará. Sea por motivos profesionales o por razones personales, para protegernos del espionaje industrial o de las empresas cibernéticas.
Otro selecto aviso sobre los “peligros” de esta estrategia viene avalada por el servicio secreto británico.
El MI-5 informaba al gobierno de Gran Bretaña sobre estos “problemas” en el caso de aprobar en el Reino Unido una ley como Hadopi. Los laboristas no hicieron mucho caso a los servicios secretos de su Majestad, y antes de dejar el poder, días antes, aprobaron su Ley de Tres Avisos. Más parece que es la seguridad financiera de ciertas Sociedades e Industria lo que inspira a los europeos…
Vía | Numerama
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